Bain Classic | Brief
Cuando las organizaciones intentan resolver el desa-fío de enfrentar la complejidad, por lo general, atacan el problema únicamente en la dimensión en la que lo ven reflejado. Desafortunadamente, se encuentran con que resolverla sólo en un área es en vano, ya que esta aparece luego en otro lugar de la empresa. Aunque un elemento de la compañía parezca funcionar correctamente, los costos siguen en alza y, las decisiones, hundidas en procesos burocráticos.
Según un estudio de Bain & Company, para hacerle frente a la complejidad, no sirve atacar una sola dimensión, sino que es necesario detectar el nivel de focalización en cinco dimensiones: estrategia, clientes, productos, organización, IT y procesos. Resulta que los diferentes tipos de complejidad están interrelacionados y es difícil obtener resultados al atacar un sólo aspecto. Sin embargo, lo positivo de la interrelación es que esta crea una red de oportunidades para resolver el problema. Ahora bien ¿Qué implica la focalización en cada área específica?
* Estrategia focalizada: la actividad core de una empresa comprende a sus clientes más rentables, activos, capacidades únicas y diferenciadas, productos y canales más importantes. Una estrategia focalizada crea oportunidades de simplificación en prácticamente todas las áreas del negocio. Dado que se basa en la comprensión del core, ayuda a la compañía a reconocer con precisión quiénes son sus principales consumidores. Esto le permite determinar qué productos son los más atractivos para los clientes y cuales innecesarios.
* Foco en el cliente: en una empresa enfocada, los ejecutivos entienden quiénes son los clientes que se encuentran en el centro de su negocio. Crean sistemas de retroalimentación continua, de modo que sus ofertas y procesos puedan adaptarse para satisfacer las necesidades de estos clientes principales. También pueden eliminar la parte de la oferta que no corresponde a las necesidades de estos grupos.
* Foco en el producto: Una empresa con una cartera centrada en sus productos entiende exactamente qué es lo que sus principales clientes quieren, y puede evaluar con precisión los costos adicionales de cada línea nueva de producto. Las organizaciones que desarrollan estas capacidades encuentran que pueden ajustar sus ofertas radicalmente, sin efectos negativos
* Foco en la organización: La característica que define a una organización enfocada es que toma y ejecuta sus decisiones más importantes correctamente, rápidamente y sin dedicarle un esfuerzo desproporcionado. Esto requiere un alto grado de simplicidad en tres niveles. En primer lugar, la organización en su conjunto necesita una estructura clara que esté ligada a la estrategia de la empresa. En segundo lugar, cada unidad necesita tener un número mínimo de capas y requiere asegurarse de que las personas adecuadas estén en los puestos correctos. Tercero, la cultura organizacional tiene que facilitar una buena toma y ejecución de decisiones.
* Foco en IT y procesos: Los procesos de negocio y sistemas IT vinculan la estrategia de la empresa con sus operaciones cotidianas. Si la estrategia de la línea es demasiado compleja, los procesos serán excesivamente complejos, y viceversa. Los síntomas son generalmente fáciles de detectar. Las personas informan que pierden mucho tiempo y los productos están en el mercado tarde. Los sistemas IT cementan la complejidad de los procesos en su lugar, por lo que están estrechamente ligados. Para lograr focalización, se deben rediseñar los procesos y los sistemas IT para maximizar la eficiencia del proceso integrado, de manera que estén alineados con los objetivos empresariales.
Cuando las firmas atacan la complejidad, suelen comenzar con un punto específico. Al hacer foco en una dimensión esta revela considerables oportunidades para la simplificación en otras áreas. La mayoría de las empresas consideran que este tipo de enfoque multidimensional es mucho más efectivo que hacer frente a un elemento a la vez. Aunque construir una compañía focalizada es un gran desafío, los beneficios son muy significativos.